Nos adentraremos ahora en la definición de Blót. Un blót es el pilar esencial del ritual Asatrú. Blót es una antigua palabra nórdica para la bendición, o más exactamente la ofrenda o sacrificio. Las trazas originales, tal y como se describen en la tradición, eran los sacrificios de animales en los que se usaba su sangre para ciertas ceremonias de augurio y bendición, reservando ciertas partes de su cuerpo para las ofrendas en forma de comida. Dependiendo del dios, una u otra. Estas fiestas ceremoniales se complementaban con un banquete en el que se comía este animal en honor a las divinidades, no se tiraba ni se enterraba, se aprovechaba y se comía. En esencial el sacrificio era una ofrenda sacralizada, en animal inmolado y su sangre recogida en un cuenco, el Blótbolli.
Sus elementos básicos son: el practicante, el Godi o Gydja y el/la Vikti o maestro/a de runas.
El Godi, presidiendo la ceremonia, procedía a asperjar en las paredes del templo y en las gentes la sangre del animal en señal de bendición con una rama de madera conocida como Hlaut-teinn, la rama ritual. En ese momento se dice: Por los Ases y por los Vanes [9 veces]. Otra variante es ir haciéndolo 9 veces por los ases, otras tantas por los Vanes, otras tantas por los dísir… El resto se vertía por encima del altar de piedra sacrificial, conocido como Hørgr. Hoy día se ha sustituido la ofrenda de sangre por una ofrenda votiva, como hidromiel o cerveza, vino si se trata de Odín o incluso alternativas sin alcohol si participa gente que no pueda beber.
El Nodfyr es el fuego sagrado de las tradiciones del norte de Europa. Había una tradición muy antigua que decía que si el Nodfyr se apagaba se apagaba el fuego de la comunidad, por lo que en invierno se trataba de que no se apagara el pebetero. Toda la vida se hacía alrededor de este fuego, en una casa con salida de humos, normalmente la casa de escudos. Si se apagaba es que no había combustible, por lo que todos morirían de frío. El fuego es obligatorio en la consagración del área ritual en los blóts grandes e importantes. También se podía hacer un arco de fuego.
El practicante es un Asatrú, que no tiene porqué saber de mitología, puede aportar ideas, amenizar la reunión, contar historias, aporta su energía.
El/la Vikti es quien ha estudiado las runas en todos sus sentidos, puede leerlas, enseñar, preparar trabajos rúnicos como amuletos, etc. Pero solo enseñará sobre runas, y al transferir sus conocimientos transfieren con ellos su energía. Casi siempre son mujeres, al ser ellas maestras de vida, dadoras de vida y estar en un plano superior al del hombre en ciertos estamentos.