Canto de Yule: El Renacer del Sol en el Mar Sagrado

Canto de Yule en el seno del mar

Bajo el cielo que se curva en un arco de escarcha,
Njord, señor de los puertos y del aliento salino, alza su voz
y el mar se aquieta como un pecho que reza.

A su diestra y a su siniestra,
Freyr, dorado como el grano dormido bajo la nieve,
y Freyja, de ojos donde arden las auroras, escuchan.

—Llega Yule —dice el padre—,
el giro antiguo del sol que muere sin morir,
la noche más larga que custodia la chispa.

Y hablan los hijos con voces que no son solo voz,
sino raíces, alas, mareas sagradas:

—Padre de las olas,
enséñanos a guardar la luz en el pecho,
como el fuego que no osa apagarse
aunque el hielo corone la tierra.

Entonces Njord extiende su manto de espuma,
y el viento se vuelve un templo sin muros.
Las olas se inclinan como fieles,
y cada estrella es una lámpara encendida
para honrar el regreso invisible del sol.

Juntos murmuran, antiguos y eternos,
una oración que no pertenece al tiempo:
que Yule sea semilla en la sombra,
que el frío sea altar,
que el silencio sea promesa,
y que el mar, en su latido profundo,
sostenga el mundo mientras la luz renace.

Escrito por RdM

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio